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EL PAÍS SE SUMA A LA DOSIS 'DE REFUERZO'

La imposición de la vacuna obligatoria en Ecuador genera resistencia al grito de ‘dictadura sanitaria’

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso. Europa Press

El coronavirus no se va a erradicar, anunciaron los más altos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud. Señalaron que pasará a ser como la gripe. También dijeron que la variante ómicron no es letal. Sin embargo, países como Ecuador se han valido de esta variante de supuesta rápida propagación para justificar la tercera dosis de la vacuna.

«Refuerzo» se le denomina a esta dosis. Pues se supone que hasta el momento las dos dosis iniciales implicaban un esquema de vacunación completo. Pero no, en otros países ya está disponible la cuarta dosis y están proyectadas seis dosis de refuerzo, o sea ocho en total.

Un millón de vacunas de Pfizer llegaron al Ecuador el 23 de diciembre, el mismo día que entró en marcha la obligatoriedad de la vacunación por medio de la sanción a los negocios que no pidan el carnet de vacunación a sus clientes y la exigencia de los ciudadanos a presentarla en lugares públicos.

Según el Vacunómetro (hasta el 28 de diciembre de 2021), 12.616.673 personas se han vacunado totalmente contra el coronavirus en el Ecuador. Esto representa el 78,08% de los 16,09 millones de habitantes de la población objetivo (desde los 5 años). Y el Ministerio de Salud Pública anunció que espera arrancar con la inmunización de menores de 3 a 4 años en el 2022.

1,2 millones de personas en el país son mayores de 60 años. Se comenzó con ese rango etario, el que tenía hasta ahora mayor riesgo, principalmente por cuadros previos y baja inmunidad. El viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, José Ruales, explicó que se casi un millón de esas personas ya cuenta con el refuerzo.

El Gobierno ya anunció que el lunes 3 de enero de 2022 empezará en Ecuador la aplicación de la primera dosis de refuerzo contra la covid-19 para los ciudadanos que tengan 50 y 59 años de edad, que son cerca de dos millones de personas.

Como requisito deberán tener el «esquema completo», es decir dos dosis. Dado que la segunda dosis de la vacuna pierde efectividad después de seis meses, hasta el 21 de diciembre era necesario esperar seis meses para la dosis de refuerzo.

Ahora el Ministerio de Salud Pública (MSP) redujo la espera un mes y permitirá que a los cinco meses después de la segunda vacuna sea posible tomar la vacuna de refuerzo, también para personas mayores de 60 años.

Las autoridades sanitarias anunciaron que los siguientes grupos etarios podrán obtener la dosis de refuerzo paulatinamente. El impulso de la vacuna de refuerzo es la presunta rapidez de contagio de la variante ómicron. 

Hasta el miércoles 29 de diciembre se han reportado 24 casos de la variante omicron a nivel nacional. El primer anuncio del Ministerio de Salud Pública sobre esta mutación fue que todos los afectados tenían dos dosis de la vacuna. En lugar de bajar la presión hacia los no vacunados, aumentó, alegando que era necesario la vacunación de todos los ciudadanos para poder evitar los contagios, sobre todo la gravedad.

Para cubrir la demanda de vacunas, el Ministerio de Salud incrementó los sitios de inmunización con un total de 1.046 a escala nacional. También cuenta con 1.343 puntos para la toma de pruebas de detección de covid-19.

La Unión Europea ya le compró a Pfizer suficientes viales para una sexta dosis. Aunque han habido quejas, puesto que la sexta dosis sería en realidad un sobrante y requiere adquirir un tipo específico de jeringa para extraerla. Las protestas desde la sociedad civil ya están en marcha.

En otros lugares del mundo, como Israel, ya está en marcha la cuarta dosis y la población civil está reaccionando con protestas. Pues de la mano de la vacunación obligatoria vienen restricciones a las libertades civiles.

Como la vacuna todavía está en fase tres, de experimentación, cabe resaltar el Código de Nuremberg, creado a raíz de los crímenes del nacionalsocialismo alemán (nazismo). Allí prohíbe la experimentación forzosa en seres humanos.

Por eso en Ecuador es tendencia en redes sociales «Dictadura Sanitaria». Si bien la mayoría de la población civil está vacunada y contenta con la gestión de la misma, hay oposición a la imposición. Ya hubo una primera manifestación en las afueras de la Asamblea Nacional.

Como bien señaló el psicólogo clínico Boris Ledesma en el programa del comentarista político Carlos Vera: «La imposición es lo que genera resistencia». Por lo cual el abogado Cesar Benítez, también invitado al programa, está presentando demandas al Estado por discriminación. Las medidas restrictivas están logrando despidos laborales a no vacunados, además infringen derechos fundamentales como el libre tránsito.

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