«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Sufren robos permanentes en sus propiedades

Los agricultores denuncian que las ocupaciones ilegales en la Vega del Tajuña están provocando una catástrofe ecológica

Concentración de agricultores contra los vallados ilegales. La Gaceta de la Iberosfera

Los agricultores de la Vega del Tajuña, un paraje natural único en la Comunidad de Madrid, se han concentrado para denunciar que las ocupaciones ilegales están provocado una gran catástrofe ecológica.

Así, recuerdan que, pese a estar protegida por ley, la Vega está siendo destruida a velocidad de vértigo por las ocupaciones ilegales y la instalación de viviendas, todas ellas prohibidas, y con la entrada de coches y el vertido de aceites que contaminan el subsuelo y, en consecuencia, el Río Tajuña, el segundo de mayor longitud de la cuenca del Tajo.

En este sentido, acusan al Ayuntamiento de Chinchón, municipio en el que se localiza la Vega en su mayor parte, gobernado por el partido Agrupación Transparencia y Servicio, de «mirar para otro lado» y de «legalizar de hecho» estas construcciones absolutamente ilegales y tóxicas para la Vega, tierra fértil y de gran tradición agrícola, al cobrarles un impuesto municipal.

El modus operandi es el siguiente: primero dividen una finca completa en varias parcelas, algo que está prohibido, y hacen el cercado por encima de tuberías «no respetando separación mínima en caso de avería». Además, no respetan las medidas legales, invaden los caminos de acceso y dificultan el tránsito de la maquinaria agrícola por los mismos. Después llega la edificación, sin ningún tipo de permiso o de licencia, y toman el agua de las bocas de riego, utilizan los pozos negros para los vertidos y no señalizan las zanjas peligrosas.

Buena parte de los que participan en la ocupación ilegal de tierras son clanes procedentes de la Cañada Real, que mantiene roces continuos con los agricultores y ya han amenazado a varios de muerte, incluso enseñándoles armas blancas. Asimismo, los agricultores se tienen que enfrentar al amedrentamiento y a denuncias por parte de los clanes porque el agua de riego invade su parcela.

Los robos en las tierras (de maíz, en los nogales, de las varas de guía en las viñas, de las tapas de pozos, etc) son permanentes, y la inseguridad para los agricultores es extrema. Ellos reclaman «una Vega limpia, sin vallas» y recuerdan que los caminos de las zonas limítrofes del paraje están atestados de neumáticos, sillones, frigoríficos, lavadoras… y de toda la basura que generan estas viviendas ilegales, que no cuentan con electricidad ni con agua corriente.

La concejal de VOX en Chinchón, Yolanda Torres, ha mostrado su apoyo a los agricultores en su lucha contra los vallados y las edificaciones ilegales en el paraje natural, y ha alertado de que el peligro de la ocupación ilegal e incontrolada en la Vega impide el desarrollo de la actividad agrícola local, creando mucha inseguridad. «Si no se toman medidas a tiempo, se producirá un efecto llamada y se agravará el problema… acabando con un paraje natural único en nuestra región», ha dicho en declaraciones a La Gaceta de la Iberosfera.

.
Fondo newsletter