«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Mantiene presos a mƔs de una decena de personas mayores

Ortega, dispuesto a encarcelar a ancianos y provocar su muerte en los calabozos de la tiranĆ­a

Un hombre camina junto a un mural de Daniel Ortega, en Nicaragua. Reuters

Daniel Ortega se ensaña contra sus adversarios políticos mientras familiares de los opositores encarcelados siguen lanzando un SOS por la vida de sus seres queridos. Suplican un gesto de humanidad, pero el régimen continúa ignorÔndoles, mientras la comunidad internacional poco hace con comunicados, resoluciones y llamados al dictador sandinista.

Los mĆ”s vulnerables son los presos de la tercera edad, cuyo deterioro es evidente debido a las torturas a las que son sometidos, meses de aislamiento, extenuantes interrogatorios a los que se les ha expuesto, estrĆ©s, falta de una alimentación adecuada, y las enfermedades que padecen. MĆ”s de una decena de opositores adultos mayores son acusados por el rĆ©gimen sandinista de ā€œmenoscabo a la integridad nacionalā€, ā€œpropagación de noticias falsasā€ y hasta de ā€œlavado de dineroā€.

El Ministerio PĆŗblico emitió un comunicado la noche del viernes para informar que ha ā€œsolicitadoā€ al juez correspondiente, ā€œun cambio de medida cautelar de prisión preventiva a detención domiciliaria con custodia policialā€ para de tres de los presos polĆ­ticos de la tercera edad por ā€œrazones humanitariasā€.

El cambio de rƩgimen es para el exembajador Francisco Aguirre Sacasa, 77 aƱos; JosƩ Bernard Pallais, de 68 aƱos; y para el excandidato presidencial Arturo Cruz Sequeira, de 68 aƱos.

ā€œEl Ministerio pĆŗblico al tener conocimiento del estado de salud de las personas antes referidas, por razones humanitarias, pidió a la autoridad judicial el cambio de medida cautelar de prisión preventiva por detención domiciliaria, lo que fue autorizado por la correspondiente autoridad judicialā€, dice el comunicado de la dictadura sandinista.

Quedan todavƭa una decena de opositores presos de la tercera edad, entre ellos el exembajador Edgard Parrales, de 79 aƱos; Mauricio Dƭaz, 71 aƱos; Pedro Joaquƭn Chamorro, 71 aƱos; Vƭctor Hugo Tinoco, 69 aƱos; Dora Marƭa TƩllez, 69 aƱos; Violeta Granera, 66 aƱos; Nidia Barbosa, 66; Cristiana Chamorro, 67 aƱos; y Noel Vidaurre, 67 aƱos.

La alarma alrededor de la salud de los presos adultos mayores se intensificó tras la muerte del general en retiro Hugo Torres, que falleció estando bajo custodia del régimen. Torres habría fallecido de una enfermedad y pese a su condición médica la dictadura lo mantuvo encarcelado. Estuvo preso durante ocho meses; habría sido trasladado desde mediados de diciembre en estado de gravedad de las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial al hospital del ministerio de Gobernación, donde estuvo bajo custodia policial.

El general en retiro es el primer preso político de la última ola de arrestos en 2021 que muere en la cÔrcel y el segundo en el contexto de abril de 2018. El primero fue Eddy Montes, asesinado de un disparo a manos de un oficial del Sistema Penitenciario. Un crimen que permanece impune.

Un tercer caso es el de Juan SebastiĆ”n Flores Castillo, el hombre que denunció a Ortega por abuso sexual contra su hermana menor a la edad de 15 aƱos. El reo fue encarcelado por el mismo delito del que Ć©l acusó a Ortega: una trama inventada por el rĆ©gimen y por la que fue condenado a 13 aƱos de prisión. Murió supuestamente ā€œahorcadoā€ el 9 de noviembre, con casi dos tercios cumplidos de la sentencia impuesta. Pero ni la oposición ni los organismos que monitorean la situación de los reos de conciencia catalogaban como preso polĆ­tico a Flores Castillo.

Otros de los casos crƭticos de salud son el del exembajador y acadƩmico Arturo Cruz, el del exembajador Mauricio Dƭaz, y el del abogado y polƭtico JosƩ Pallais.

El diario La Prensa publicó sobre el deterioro de la salud del exembajador Cruz. La defensa solicitó que se le haga una valoración mĆ©dica especializada ante la sospecha que podrĆ­a estar presentando sĆ­ntomas de Parkinson. Cruz presentaba temblor en sus manos. ā€œSe levantó a firmar el acta y cuando regresó a su lugar su rostro reflejó expresiones de dolor y se le dificultó sentarse. AdemĆ”s, estĆ” extremadamente delgadoā€, dijo uno de los abogados al diario.

La hija del exembajador Díaz, Alejandra Díaz, una joven graduada en Economía Política Global en TaiwÔn, dijo que el encarcelamiento y la sentencia contra su padre es injusta, las evidencias presentadas en contra de su progenitor son las entrevistas que concedió a medios de comunicación como analista político.

ā€œEn ningĆŗn momento pide sanciones ni intervención, esas son las pruebas que estĆ”n usando, los testigos son policĆ­as. Mi mamĆ” y yo testificamos, pero el fiscal dijo que nuestra declaración no abonaba en nada, es muy duro porque estamos viendo que esto es una farsa y una complicidad entre policĆ­as, jueces y la FiscalĆ­aā€, aseveró.

ā€œA mi familia le ha afectado mucho porque mi papĆ” es el pilar de esta familia, tiene 71 aƱos, no tiene por quĆ© estar viviendo esto. Nos preocupa muchĆ­simo su salud sobre todo despuĆ©s de lo que paso [la muerte de Torres]. Su salud estĆ” bastante mal, se ha desmayado dos vecesā€, dijo DĆ­az.

Durante el juicio, la familia pudo ver a DĆ­az ā€œLe notamos que tenĆ­a mucha tembladera en las manos, eso quiere decir que le volvió algo que le diagnosticaron ahĆ­ mismo, que es polineuritis. Eso no lo tenĆ­a. Lo que mĆ”s nos preocupa es su edad y su estado de salud. La gente de tercera edad no deberĆ­a estar ahĆ­ā€, precisó.  El rĆ©gimen declaró ā€œculpableā€ al exembajador DĆ­az. La FiscalĆ­a pide 9 aƱos de prisión.

Otro de los casos complicados es el de la activista política Nidia Barbosa, quien tiene 66 años y fue condenada a 11 años de cÔrcel y estÔ obligada a pagar 800 días de multas, con lo que sumaría 52,767.46 córdobas (un promedio de 1.400 euros).

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), emitió una declaración en la que demanda al rĆ©gimen sandinista la liberación de los presos polĆ­ticos.  Ortega ha ignorado todas las resoluciones de la OEA y ha solicitado su salida del organismo.

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