El Perú corre grave peligro. El candidato Pedro Castillo y su jefe político, Vladimir Cerrón, pretenden entregar el país a los cubanos, tal como lo hizo tirano Nicolás Maduro.
De llegar al poder, Castillo repetirá la receta venezolana: acabará con la empresa privada, destruirá la economía, y creará una crisis humanitaria sin precedentes, mientras que le entregará las riquezas nacionales al régimen de La Habana.
Queremos advertir al pueblo peruano y a la comunidad internacional, que el dueño del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, es un agente cubano. Se formó en Cuba, comparte la ideología castro-comunista, y recibe órdenes directas del G2 cubano, como también las reciben Nicolás Maduro y Evo Morales.
Bajo un gobierno de Castillo, Sendero Luminoso resurgirá con toda su fuerza y hundirá al Perú en la violencia; mientras que los grupos terroristas de otras naciones, como las FARC, el ELN y el Hezbollah, tendrán la protección del Estado, así como ocurre en Venezuela.
El próximo 6 de junio no habrá una elección entre dos candidatos, sino entre dos sistemas: una tiranía controlada por Cuba o un sistema democrático. Obviamente, este último tiene sus defectos, pero al menos se trata de un modelo que puede mejorarse; mientras que aquel otro se eternizará en el poder y no permitirá una salida pacífica.
Todavía queda tiempo para evitar una catástrofe, pero para ello urge que las fuerzas democráticas se pongan de acuerdo, dejen sus diferencias a un lado, y respalden de manera inequívoca a Keiko Fujimori. Cualquier desavenencia podrá resolverse después, dentro de un ámbito democrático.
