«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
'La amenaza militar es real'

Taiwán se prepara para una posible invasión por parte de China

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La presidente de Taiwán Tsai Ing-wen. Europa Press.

La invasión rusa de Ucrania ha obligado a Taiwán a preparar una estrategia de defensa ante una posible agresión del régimen de Xi Jinping, algo que la China comunista lleva años anhelando y que es un objetivo que no se esfuerza en esconder.

Este fin de semana, el portaviones Shandong, uno de los dos que tiene bajo su control del Partido Comunista chino, navegó por el estrecho de Taiwán, muy cerca de la isla taiwanesa de Kinmen. Un buque de guerra de la Armada de Taiwán y un destructor de misiles estadounidense lo siguieron durante parte del recorrido.

Dada la situación internacional, la isla ha decidido prepararse. Según recoge Panam Post, los reservistas taiwaneses, más de un millón, han comenzado un estricto programa de entrenamiento de 14 días como parte de un plan de «defensa total». Además, los taiwaneses entre los 19 y 36 años cumplirán cuatro meses de formación militar obligatoria.

A su vez, la isla destinará 8.700 millones de dólares en los próximos cinco años para potenciar su arsenal con nuevos misiles de largo alcance que puedan apuntar a las instalaciones militares de China. También está previsto incrementar el tamaño del ejército, apunta el mismo medio.

La presidente del país, Tsai Ing-wen, confía en “la unidad del pueblo para salvaguardar al país» porque “cada reservista tiene que asumir que la guerra puede ocurrir en su ciudad natal”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, asegura que “la amenaza militar contra Taiwán es real y hay que estar preparados” porque “defender Taiwán no es solo responsabilidad de Taiwán”.

Pekín ha tildado las medidas de Taiwán de “provocación”. “Es muy peligroso que sigan así”, advirtió Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de China. Esto equivale a “atar a la gente de Taiwán al tanque del separatismo y empujarlos a un abismo de desastre”, dijo.

Según el Partido Comunista, Taiwán es un territorio escindido que debe unirse a la China continental. Incluso, el embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, escribió en el Washington Post que son incomparables las disputas de Rusia y Ucrania y la de China con Taiwán.

“El futuro de Taiwán pasa por el desarrollo pacífico de las relaciones a través del Estrecho y la reunificación de China”, escribió Qin Gang. “La cuestión de Taiwán es un asunto interno de China. No tiene sentido que se insista en el principio de soberanía en Ucrania mientras se perjudica la soberanía y la integridad territorial de China en Taiwán”.

Taiwán, cuyo nombre oficial es República de China, es el último reducto de la China que se resistió al comunismo liderado por Mao Zedong. En el contexto de la guerra civil china, los nacionalistas del Kuomintang, con Chiang Kai-shek a la cabeza, fueron derrotados en el continente por Mao Zedong. Los comunistas fundaron la República Popular de China.

En 1949 el Gobierno de Chiang, arrastrado por el empuje comunista, se refugió en la isla de Taiwán, quedando la isla como último reducto de la República de China, con Taipéi como capital.

Esa situación ‘temporal’ continúa hasta nuestros días. Los comunistas reclaman la isla como parte de su territorio, mientras los taiwaneses buscan un reconocimiento internacional que, por ahora, es muy escaso, con apenas 14 países que le reconocen como tal.

Por tanto, la invasión china de Taiwán no se vería, técnicamente, como una verdadera invasión a nivel internacional, algo que sí ocurre en el caso de Ucrania.

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