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LOS ESCÁNDALOS DENTRO DEl ejecutivo agravan la ruina económica en que se encuentra el país

Un miembro del Gobierno de Alberto Fernández critica públicamente su gestión y advierte de un posible ‘estallido social’ en Argentina

El diputado nacional Juan Carlos Aldarete jura su cargo como diputado. REUTERS

Mala gestión, mala praxis. El Gobierno socialista argentino va de mal en peor. Los escándalos internos dentro de su propia coalición política y la inoperancia a la hora de sobrellevar la pandemia, pronostican un panorama dramáticamente desalentador para la Argentina.

En estas horas, todos los indicadores económicos muestran un deterioro alarmante y las medidas aplicadas por los funcionarios responsables no aciertan ni siquiera con el diagnóstico exacto. La crisis se agravó y la situación está en su estado terminal.

En marzo de 2020, el Gobierno argentino confinó a la población por la pandemia del coronavirus y con ello aumentó la pobreza en el país. Se paralizaron todas las actividades económicas y hubo más de medio año de encierro. En contraposición a las medidas tomadas por el Ejecutivo argentino, sus países vecinos, Chile y Uruguay, fueron a cuarentenas más administradas, focalizando el confinamiento estricto sólo en aquellas áreas más afectadas por la pandemia, y tratando de mantener la actividad económica en aquellos lugares donde el coronavirus no se presentaba con intensidad.

Después de la aplicación de estas medidas, y según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), la pobreza en Argentina subió del 35% al 42% de la población por el confinamiento. Es decir, subió siete puntos porcentuales. Por otro lado, el salario real de los trabajadores en la Argentina está en su nivel más bajo de los últimos 10 años. En abril de 2012, el salario promedio -en pesos constantes- era de 94.151 dólares, alcanzó los 107.607 en julio de 2015 y luego comenzó a caer de forma casi ininterrumpida hasta los 84.111 de abril de este año, según los datos oficiales de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte)

Ante estos datos, la alerta pública provino del propio Gobierno nacional. Uno de sus hombres se atrevió a llamar la atención asegurando que: “Si esto no cambia vamos a un estallido social, la gente no aguanta más”, afirmó Juan Carlos Alderete, el primer diputado nacional surgido de las filas del Partido Comunista Revolucionario (PCR), brazo político del Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP). El piquetero líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) también integra la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Alderete es, además, uno de los fundadores del movimiento “Los Cayetanos” que el pasado 8 de agosto movilizó a miles de personas en reclamo de un “salario básico universal” y “Tierra, Techo y Trabajo”.

Desde la oposición, también advierten y vaticinan por lo bajo lo mismo que Alderete. Aseguran que el país está peor que en el año 2001. Mientras tanto, el dirigente y diputado oficialista avanza con las críticas hacia el nuevo ministro de Desarrollo Social y reitera sus reclamos al propio presidente Alberto Fernández: “La situación del país es peor a la de 2001. Ahora la gente no tiene ni para hacer changas. Los anuncios del nuevo ministro «Juanchi» Zabaleta son de buena voluntad. No se van a cumplir. Él dice que va a transformar los planes sociales en trabajo. Eso es imposible, en los barrios la gente no tiene ni para hacer changas. En el 2001 te dabas vuelta y algo encontrabas, ahora ni eso”, afirmó categórico y pesimista Alderete.

Admirador fervoroso del Che Guevara y sin haber terminado la escuela primaria, Alderete se jacta de haber luchado hasta ocupar una banca en el «mismísimo Congreso Nacional», hasta que venza su mandato en el año 2023.
En la Cámara baja está alineado a la bancada del Frente de Todos que conduce Máximo Kirchner. Si bien forma parte de la coalición gobernante, está claro que expone en público las contradicciones y falencias del espacio que lo contiene.

“Las necesidades en los barrios son cada vez mayores. La comida que llega del Estado no alcanza. En los comedores asistimos cada vez a más personas. La gente está muy mal, está angustiada”, describe sin miedo ni temores a represalias de su propio espacio político.

Alderete sabe mucho de lo que habla y por eso todos, oficialistas y opositores, advierten sobre la gravedad de la crisis que avanza. Él, como pocos, conoce de primera mano las necesidades de los sectores más vulnerables. Vivió toda su vida en La Matanza, el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, y el que más asentamientos, villas y barrios carenciados contiene, junto con La Plata.

«El Gobierno nacional tiene que ponerle plata en el bolsillo a la gente para reactivar el consumo. Si esto no cambia vamos a un estallido social. La gente ya no aguanta más. Los movimientos sociales hacemos muchísimo para contener el malestar que hay abajo. Ojo, no va a pasar de hoy para mañana. Pero yo advierto que, si la situación económica sigue así, la gente se va a levantar. Hay mucha hambre», denunció a los cuatro vientos para ser escuchado.

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