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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Polémica tras un artículo de Javier Marías sobre el movimiento 'MeToo'

«Dar crédito a las víctimas por el hecho de presentarse como tales es abrir la puerta a las venganzas, las calumnias y los ajustes de cuentas», dice.


El escritor Javier Marías ha sido atacado e insultado por el feminismo y la izquierda radical por censurar las exageraciones el movimiento ‘MeToo’ en su columna de este domingo en El País Semanal. 


En la polémica columna, Marías asegura que «dar crédito a las víctimas por el hecho de presentarse como tales es abrir la puerta a las venganzas, las calumnias y los ajustes de cuentas».
Señala que «el movimiento MeToo y otros han establecido dos pseudoverdades: a) que las mujeres son siempre víctimas; b) que las mujeres nunca mienten. En función de la segunda, cualquier varón acusado es considerado automáticamente culpable». «Esta es la mayor perversión imaginable de la justicia, la que llevaron a cabo la Inquisición y los totalitarismos, el franquismo y el nazismo y el stalinismo y el maoísmo y tantos otros. En vez de ser el denunciante quien debía demostrar la culpa del denunciado, era éste quien debía probar su inocencia, lo cual es imposible», añade, antes de manifestar que «(…) las redes sociales (manipuladas) se han erigido en jurados populares (…) tal vez sean culpables, pero basta con la acusación, y el consiguiente linchamiento mediático, para que Spacey o Woody Allen o Testinopierdan su trabajo y su honor, para que pasen a ser apestados y se les arruine la vida».
Prosigue asegurando que «la justificación de estas condenas express es que las víctimas no pueden aportar pruebas de lo que sostienen, porque casi siempre estaban solas con el criminal cuando tuvieron lugar la violación o el abuso y no hay testigos». Es verdad, dice, «pero eso (los delincuentes ya procuran que no los haya) les ha sucedido a todas las víctimas, a las de todos los crímenes, y por eso muchos han quedado impunes. Mala suerte».
«Las mujeres mienten tanto como los hombres, es decir, unas sí y otras no. Si se les da crédito a todas por principio, se está entregando un arma mortífera a las envidiosas, a las despechadas, a las malvadas, a las misándricas y a las que simplemente se la guardan a alguien. Podrían inventar, retorcer, distorsionar, tergiversar impunemente y con éxito. El resultado de esta “barra libre” es que las acusaciones fundadas y verdaderas -y a fe mía que las hay a millares- serán objeto de sospecha y a lo peor caerán en saco roto, haya o no pruebas. Eso sería lo más grave y pernicioso», finaliza.
La columna ha recibido también el aplauso de muchos internautas, entre ellos el del escritor Arturo Pérez Reverte, y de internautas que creen que vivimos en una sociedad que criminaliza al hombre por el simple hecho de serlo.


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