La convocatoria de elecciones catalanas para el próximo día 12 de mayo ha pillado por sorpresa al presidente del Gobierno.
Pedro Sánchez que, después de ceder en todo ante los separatistas con la ley de amnistía que se aprueba este jueves en el Congreso, confiaba en aprobar los Presupuestos Generales del Estado con el apoyo de sus socios, ahora ha renunciado a la cuentas. Las aprobará en 2025 ante la imposibilidad de que Junts y ECR vayan de la mano en este trámite en pleno periodo electoral.
En plena ebullición de informaciones sobre el caso Koldo que salpica a varios ministros del Gobierno y a la mujer del presidente, a Sánchez se le complica aún más la legislatura sin la aprobación de unos presupuestos que querían aportar la imagen de estabilidad al Gobierno.
Y eso no lo es todo. El que puede ser el candidato del PSC, Salvador Illa, llega más debilitado que nunca a los comicios una vez destapada la trama de corrupción que revela contratos millonarios del Ministerio de Sanidad con empresas investigadas en el caso. El Ejecutivo confiaba en que si Illa ganaba las elecciones en Cataluña —debían celebrarse en febrero de 2025— y convertirse en presidente de la Generalitat, el desgaste del PSOE con la amnistía podría verse de otra manera. Si en mayo, al contrario de lo que dicen las encuestas, Junts y ERC ganan poder, se entenderá como la consecuencia esperable de haber cedido todo al independentismo. Sánchez ha demostrado que pueden conseguir lo que piden y puede que vuelva a «merecer la pena» votarles.
En el escenario contrario, con Illa en la presidencia de la Generalitat, Sánchez tampoco afrontaría el mejor escenario. El Ejecutivo necesita mantener el apoyo de ERC y Junts después de los comicios en un contexto en el que los separatistas ya no van a necesitar tanto al presidente, más aún después de la amnistía.
Además, lo previsible es que el PSC afronte los comicios catalanes con la estrategia de dividir al separatismo. Protagonizar una campaña contra quienes permiten que Sánchez siga en la Moncloa puede traer resultados inesperados para la legislatura.
