El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ha asegurado que el Gobierno de Castilla y León es el que «más ha defendido a los agricultores de la comunidad y el que lo ha hecho de la forma más coherente y consistente». Esa defensa ha incluido la exigencia a Bruselas de menos «hipocresía verde» y menos burocracia «para que los trabajadores del campo puedan dedicarse a lo que mejor saben hacer, que es a producir alimentos, en vez de hacer papeleo».
Ha realizado estas declaraciones antes de participar en la III Jornada Española de Cultivo de Alfalfa, que ha reunido en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid a 500 profesionales del sector. «Nosotros no nos movemos por modas, ni por la última hora», ha afirmado el vicepresidente, quien ha resaltado que la consejería de Agricultura y él mismo llevan dos años defendiendo «manera insistente» los intereses del campo de Castilla y León y de manera indirecta los del campo de toda España, «pues sus reivindicaciones son en gran medida comunes».
Esa voluntad ha llevado al vicepresidente a reunirse hasta tres veces en esta legislatura con el Comisario Europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, para trasladarle, entre otros asuntos, la demanda de «cláusulas espejo» que garanticen que los productos extranjeros que se comercializan en Europa cumplen las mismas exigencias y requisitos que se piden a los europeos. «Hemos luchado contra la competencia desleal extranjera, que algunos al fin empiezan a ver», ha dicho.
Asimismo, el Gobierno regional ha defendido en las instancias comunitarias, y también ante el Ministerio, una PAC «con menos hipocresía verde y con menos burocracia para los agricultores», algo que se tradujo a finales del año pasado en la elaboración de un documento conjunto con las organizaciones profesionales agrarias más representativas para reclamar flexibilidad en su aplicación. La peticiones hasta ahora no han sido atendidas por el Ministerio, pese a coincidir con las demandas de los agricultores que se manifiestan estos días en España y Europa.
Precisamente a causa del impacto social que están teniendo las tractoradas, García-Gallardo ha vaticinado que «se abre una ventana de oportunidad para cambiar la PAC». Por todo ello ha resaltado la importancia que puede tener la reunión que el próximo miércoles celebrará el consejero de Agricultura de Castilla y León —conjuntamente con el de la Comunidad Valenciana, y el de Aragón— con el comisario europeo de Agricultura en Bruselas.
«Cuando hace unos años hablábamos del daño que la Agenda 2030 ocasionaría sobre nuestra economía muchos nos miraban con sorpresa. Pero ahora son los propios agricultores los que denuncian sus efectos negativos sobre el campo. Ahora muchos se están subiendo al carro de la defensa del sector primario, y les damos la bienvenida. Pero nos hubiera gustado que nos acompañaran desde antes», ha agregado.
En su intervención en la clausura de la Jornada España de Cultivo de Alfalfa, ha destacado que el Gobierno regional ha impulsado los regadíos, las políticas de relevo generacional, las mejoras de las infraestructuras agrarias o el plan de balsas que permitirá gestionar mejor un bien escaso como el agua. Además, ha ayudado a los agricultores castellanos y leoneses a hacer frente a los daños de la sequía con 145 millones de euros, ha concedido ayudas extraordinarias a los ganaderos afectados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y ha sido pionero en adelantar las ayudas de la PAC.