Todo el que haya tenido responsabilidades directivas en un medio de comunicación público sin ser funcionario de la corporación ha escuchado en algún momento u otro de su mandato la siguiente afirmación por parte de alguno de los trabajadores de su propio equipo: «Llegué aquà antes que usted y seguiré cuando usted se vaya». Es precisamente bajo esta premisa sobre la que se desarrolla cada acontecimiento dentro de un medio público con cada responsable que es designado desde fuera del ente. Lo público siempre serÔ de los de dentro, ya se encargan todos ellos de que asà sea. De este modo, casi ningún modelo de dirección se desarrolla de arriba hacia abajo, sino a la inversa. Sin un equipo de confianza y externo, que no pertenezca a la corporación, no es posible transformar este modelo.
QuizĆ”s sea la explicación del tratamiento que esta semana se ha dado en la televisión pĆŗblica andaluza al atentado terrorista perpetrado el pasado miĆ©rcoles en Algeciras por un islamista radical. O quizĆ”s no. El caso es que la cobertura informativa en Canal Sur TV sobre este asunto estĆ” siendo cuestionable. La noche del miĆ©rcoles, la televisión pĆŗblica financiada por los andaluces se limitó a ofrecer un Ā«avance informativoĀ» de algo mĆ”s de tres minutos en el que no se habló en ningĆŗn momento de atentado terrorista, a pesar de que ya se conocĆa que la Audiencia Nacional lo investigaba como tal. En lugar de eso se habló de Ā«sucesoĀ» y como tal se trató.
Se restó importancia a lo ocurrido en todo momento por muchos motivos: por el tiempo dedicado, por el formato empleado (Ā«avance informativoĀ»), por el contenido de la información ofrecida y por el lenguaje utilizado. Se trató como un Ā«caso aisladoĀ«, como si no tuviese relación con ningĆŗn patrón de conducta lamentablemente sufrido por todos los europeos en los Ćŗltimos aƱos. Se habló de Ā«una persona muertaĀ», no asesinada. Se habló sólo de un herido, sin atender al resto y de Ā«presunto agresorĀ», no de presunto terrorista. No se mencionó en ningĆŗn momento su origen –marroquĆ– y no se ofrecieron las reacciones polĆticas autonómicas y nacionales que ya a esa hora naturalmente se habĆan producido.
Todo lo que ha venido despuĆ©s en los informativos de la cadena pĆŗblica han sido intentos permanentes de demostrar que el yihadista estaba Ā«locoĀ» y que actuó bajo los efectos del Ā«monoĀ» por dejar de consumir drogas. Por si fuera poco, a pesar de los vĆdeos y de no haber negado la autorĆa de los hechos, se le sigue denominando Ā«presunto agresorĀ», mientras se pone especial Ć©nfasis en ofrecer testimonios de marroquĆes.
QuizĆ”s la intención de la dirección de informativos sea la de Ā«hacer las cosas bienĀ» y estĆ© tratando de que los periodistas de la corporación se limiten a informar de lo que se estĆ” produciendo… y no lo consiga como consecuencia de lo explicado al comienzo de este artĆculo. Pero, dado que este planteamiento informativo se asemeja a la manera con la que Feijóo y el PP que gobierna en AndalucĆa se han referido al asunto, no es descabellado pensar que la actuación de los responsables de los servicios informativos –que controlan los populares– es intencionada. Feijóo, lĆder del PP, habló de Ā«sacristĆ”n fallecidoĀ» y otro dirigente popular, GonzĆ”lez Terol, se esmeró en El Toro Televisión en explicar por quĆ© se ha tratado de un Ā«caso aisladoĀ· por ser Ā«la primera vez que ocurre en AlgecirasĀ».