Acampan frente al Consistorio -que luce una pancarta pidiendo la libertad de los golpistas- en protesta por su precaria situación. Este Ayuntamiento saltó recientemente a la palestra por expedientar a unos policías locales por posar con la bandera de España.
Agentes del Sindicato Profesional de Policías Municipales de Cataluña, CC OO y UGT han acampado este miércoles frente al Ayuntamiento de Sabadell para denunciar la precaria situación de los municipales, que, por ejemplo, han de elegir entre chaleco antibalas o ropa de abrigo. La protesta ha comenzado a las nueve de la mañana y durará 24 horas.
Este Consistorio, que luce en su fachada una pancarta pidiendo la liberación de los ‘presos políticos’ –en referencia a los golpistas encarcelados-, está regido por Maties Serracant, de Crida.
Recientemente ha recientemente en la picota por expedientar a unos policías locales por posar con la bandera de España.
Está en manos de un cuatripartido formado por Esquerra, Crida per Sabadell, una coalición en la que tiene un importante peso la CUP, y otros movimientos sociales de izquierda, como Casal Cancapablanca, de la que fue muy activo Jordi Couxart, el presidente de Òmnium Cultural. Los otros dos grupos son Guanyem Sabadell y Unitat pel Cambi, formada por Podemos e Iniciativa pel Catalunya.
A continuación, otras imágenes de la protesta, facilitadas a este diario por el presidente del SPPM-CAT en el Ayuntamiento, Xavier Bartroli Muñoz:
SPPM-CAT, CC OO y UGT advierten de que las decisiones del equipo de gobierno sobre la Policía Municipal están perjudicando notablemente a la ciudad y a los agentes, que no disponen de las herramientas suficientes para desarrollar las tareas del día a día de manera eficiente y segura, y que esto genera en los trabajadores «inseguridad, ansiedad, y frustración”.
Entre sus denuncias está la falta de efectivos. Informan de que hay 220 policías municipales cuando atendiendo a la relación entre la población de Sabadell y el número de guardias que realizan deberían estar entorno a los 300, como mínimo. A esto se suma que la plantilla está muy envejecida y a corto plazo se jubilarán una veintena de agentes y de aquí a unos años otros 20.
Además, indican que el equipo de gobierno, en aplicación de su programa electoral, ha tomado una serie de decisiones organizativas que comprenden la supresión de algunas unidades, la creación de otras y la redistribución de efectivos entre los diferentes turnos de trabajo.
Informan que para la implantación de un modelo policial de proximidad carecen al menos de unos 80 agentes, que con la redistribución de efectivos realizada en estos dos años se ha eliminado las condiciones de movilidad y disponibilidad horaria de una parte de la plantilla; y también que para destinar efectivos para la implantación del servicio de proximidad se mermó el turno de noche por debajo de las necesidades mínimas del mismo.
Señalan que el resultado de todo ello se puede explicar con la metáfora de la manta corta, ya que si quieres taparte los pies tienes que dejar el torso descubierto y si quieres protegerte el cuerpo deberás dejar los pies sin abrigo. Y apuntan que llega a darse el caso de que la manta no llega a cubrir suficientemente el torso ni los pies.
Asimismo, denuncian que en Sabadell no se programan controles de alcoholemia y sustancias estupefacientes y psicotrópicas por parte de la Policía Municipal, cuando entienden que estos responden a una parte destacada de las funciones específicas de su cuerpo policial: la prevención de accidentes de tráfico y de delitos contra la seguridad del tráfico.
Apuntan que a pesar de la implicación de la plantilla en la persecución de la quema de contenedores, «con los efectivos disponibles no se puede hacer más». Cuentan que “los compañeros han logrado detener algunos de los causantes, pero hace falta un operativo considerable sostenido en el tiempo para tener todas las zonas de la ciudad vigiladas suficientemente e insistimos en que no tenemos suficiente personal para hacerlo”.
También critican una deficiente política de inversiones. Informan que el Ayuntamiento anuló en 2015 el contrato para la sustitución de los coches patrulla viejos por otros nuevos y que han pasado dos años “en situación muy precaria, sin vehículos suficientes y con condiciones técnicas muy precarias” de los que disponen, que “sufren averías diversas con frecuencia”. Y lo mismo con las motocicletas, grúas y furgonetas. Los sindicatos reciben constantes quejas sobre el estado de los vehículos policiales.
Otro de los problemas es que la compra y entrega de chalecos de protección balística y anticorte ha sufrido notables retrasos y a día de hoy todavía no todos los policías los han recibido. Informan de que en algunos casos, la entrega no es compatible con la ropa de abrigo, por lo que tienen que escoger entre una u otra pieza.
Entre sus denuncias también está la retirada de vehículos abandonados en la vía pública. Explican que por haber descuidado la contratación del servicio con las empresas especializadas con la retirada, desguace, baja administrativa de los vehículos y de gestión de residuos, los depósitos superaron el punto de saturación y se detuvo durante meses este servicio. Ahora, una vez solucionado el problema contractual, problemas con la gestión están llevando de nuevo la capacidad de los depósitos municipales al colapso.
A la denuncia de una plantilla a la que le faltan efectivos, que los policías tienen que hacer cada vez más tareas para ofrecer los nuevos servicios y lo han que hacer con “pocos y viejos recursos materiales, a menudo en mal estado, cuando no averiados y en consecuencia, no disponibles”, cuentan que la guinda del pastel la encuentran en la política interna de la Jefatura de la Policía Municipal.
Explican que las reestructuraciones de personal, los calendarios laborales, la concesión de parte de los días festivos a los que tienen derecho, la creación de nuevos puestos de trabajos y el proceso de adscripción se llevan a cabo sin la preceptiva negociación colectiva o sin respetar lo establecido en las normativas administrativas de referencia, como el Estatuto Básico del Empleado Público, la Ley de Procedimiento Administrativo Común o el Pacto de Condiciones de Trabajo vigente en el Ayuntamiento de Sabadell.
Expresan que «esta desobediencia a la normativa vigente» y en las prácticas mínimas de buena relación con los trabajadores, junto con las otras carencias ya explicadas, ha comportado que los Funcionarios de la Policía Municipal de Sabadell hayan realizado ya diferentes actos de protesta y hayan tomado medidas para comunicar su rechazo a esta manera de actuar, hasta el punto de que antes del verano decidieron que no harían horas extras hasta que se encuentren soluciones a los problemas descritos en las mesas de negociación.
Los sindicatos y la plantilla pensaban que la respuesta del Ayuntamiento y de la Jefatura de la Policía Municipal sería el diálogo y la toma de acuerdos, pero dicen que se equivocaron. Afirman que la reacción de la corporación municipal ha sido la de promulgar un decreto de alcaldía por el que el jefe de la Policía Municipal les puede obligar a trabajar fuera de nuestra jornada laboral ordinaria siempre que considere que es necesario.
No entienden que “un gobierno de izquierdas que siempre pide diálogo y pactos con otros interlocutores, se relacione con sus agentes locales mediante el decreto y la imposición”.
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