Trapero se había comprometido a desplegar un alto número de agentes por la alta conflictividad que se preveía, aunque finalmente rebajó la cifra.
Los Mossos d’Esquadra destinaron en la jornada del referéndum ilegal de Cataluña del 1-O un total de 7.850 agentes, casi 4.000 menos que los que desplegaron en las elecciones autonómicas del pasado 21 de diciembre, con 11.565 efectivos.
Y eso a pesar de que la jornada del 1-O se presumía más conflictiva, tal y como ha asegurado en la Comisión de Interior del Senado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que este jueves ha explicado la actuación policial durante el referéndum.
Pese a que había crispación, que por orden judicial había que impedir el referéndum y que el entonces mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, se comprometió en la reuniones operativas previas a desplegar un amplio dispositivo, finalmente la policía autonómica dedicó el 1-O un total de 7.850, ha subrayado Zoido.
«Diligentes en cuanto al número no fueron» (los Mossos), ha reiterado el titular de Interior
En su réplica a los grupos, Zoido ha dejado claro que «nadie ordenó el uso de la violencia y nadie es nadie», ha insistido en que las fuerzas de seguridad tuvieron que actuar con la proporcionalidad que entendieron para cumplir el mandato judicial y ha asegurado que solo en una ocasión, en un solo centro de votación, los agentes usaron pelotas de goma.
Ha cifrado en seis o siete los incidentes que se registraron en los centros de votación, mientras que en el resto la jornada se desarrolló con «absoluta normalidad», sin «ninguna confrontación digna de destacar».
Y de forma tajante, Zoido ha reiterado: «No había orden de ninguna provocación; nadie, nadie, nadie, ha pretendido provocar para después poder justificar alguna reacción; no hemos buscado una proporcionalidad entre porras y votos».
Interior sigue sin saber de dónde salieron las urnas
«Las urnas se buscaron», ha dejado claro Zoido en el Senado, donde ha explicado que tanto efectivos de la Guardia Civil como de los Mossos trataron de encontrar unas urnas con características similares a las que se emplean normalmente en cualquier cita electoral.
Durante la réplica a los grupos parlamentarios en la comisión de Interior, Zoido ha expresado su convencimiento que las urnas no llegaron a ningún organismo de la Generalitat ni a ninguno de sus dirigentes, pero ha recordado que había 40.000 voluntarios para llevar a cabo la consulta ilegal.
Tampoco llegaron las urnas en contenedores ni a los puertos ni a los aeropuertos, ha añadido Zoido quien ha insinuado que los nuevos métodos en la mensajería pudieron esquivar el control de las fuerzas de seguridad.
Pese a que no se localizaron las urnas, el ministro ha defendido el trabajo en Cataluña de los policías nacionales y guardias civiles.«No cabe hablar de ineptitud», ha zanjado.
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