“De concretarse la venta de armamento moderno que el régimen de Daniel Ortega solicitó a Rusia, crearía un desbalance militar en la región, algo que Estados Unidos mantiene bajo observación”, dijo el académico y analista político Róger Guevara Mena.
Rusia reveló que el régimen nicaragüense solicitó apoyo a ese país para obtener armas modernas y preparación de los militares con el fin de enfrentar “amenazas” contra el terrorismo.
La solicitud fue revelada por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, durante la novena conferencia de seguridad en Moscú y surge mientras Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo ejecutan una ola de arrestos contra opositores y antiguos aliados sandinistas que gobernaron durante la dictadura izquierdista de los 80. También han arremetido contra empresarios que tomaron distancia del dictador después de los crímenes cometidos por el régimen tras el estallido social de abril de 2018.
Christiam Martínez, opositor en el exilio tras las protestas de abril, sostuvo que Ortega tiene una estrategia con la que busca llamar la atención de Estados Unidos para negociar la suspensión de sanciones a una treintena de familiares y funcionarios de su régimen. Además, querría evitar las que vendrían una vez sea aprobada la Ley de Reforzamiento de la Adherencia de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral, conocida como “Renacer”.
“Una de las causas es el temor a la aplicación de Renacer [recientemente aprobado en el comité de Relaciones Exteriores en el Senado], donde establece que en un plazo de 90 días tras haberse promulgado la legislación el Secretario de Estado, actuando a través de la oficina de inteligencia e investigación del Departamento de Estado y en coordinación con el Jefe de Inteligencia Nacional, deberá presentar un informe clasificado al comité del Congreso correspondiente sobre las actividades del régimen de Ortega incluyendo la cooperación Rusia-Nicaragua, personal militar, inteligencia, seguridad, fuerzas de orden público, y fuerzas del orden, contratistas privados de seguridad, operaciones relacionadas con las telecomunicaciones y navegación por satélite y la cooperación política y económica.
“Es evidente la preocupación de Ortega y el motivo de sus recientes declaraciones al pedir asistencia a su aliado”, dijo Martínez.
Guevara Mena cree que el interés de Ortega es lanzar una cortina de humo para disminuir la vigilancia y desviar la atención de la comunidad internacional sobre la crisis que ha generado en Nicaragua en el contexto de las elecciones.
El ministro de Defensa ruso justificó la solicitud de Ortega alegando que históricamente han desarrollado una asociación con Cuba, Nicaragua y Venezuela.
“Son naciones que desde hace años hacen frente a distintas formas de presiones e incluso a amenazas del uso de la fuerza. Las sanciones económicas y financieras son ampliamente utilizadas y se complementan con el uso de la fuerza, la provocación de incidentes militares y las campañas de desinformación de la población», justificó el ministro ruso.
Martínez recordó que Nicaragua tiene un convenio de cooperación militar con la Federación Rusa a partir del 2013, y asegura que son quienes “asumen” el trabajo de las operaciones que ejercía la DEA en Nicaragua”.
Algunos expertos en seguridad pública sostienen que la comunicación y coordinación de la DEA en el combate a las drogas con la Policía y el Ejército es muy poca o nula.
En octubre del 2020 Ortega señaló sin pruebas que las autoridades en Estados Unidos hacen “negocios” con la venta de narcóticos. En varias ocasiones el dictador ha descalificado la labor de la DEA en el país.
¿Centro de capacitación?
La alianza entre Rusia y Nicaragua permitió la creación del Centro de Capacitación contra el Narcotráfico de la Federación en la nación centroamericana, inaugurado en octubre de 2017 por Rosario Murillo con la “capacitación” a oficiales nicaragüenses.
En abril de 2018, 12 días antes del estallido social, el centro ruso-nicaragüense “antidrogas” impartió un seminario de un mes a policías de varios países como El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua y México.
La presencia rusa en Nicaragua se ha extendido, pues el país euroasiático tiene una base satelital en Managua, ubicada en el sector de Nejapa, acordada entre ambos países en enero de 2016. Se trata de una estación terrestre del Sistema Global de Navegación por Satélite (Glonass), la versión rusa del GPS de Estados Unidos y el Galileo en Europa.
Guevara Mena sostiene que Nicaragua es uno de los principales aliados de Rusia, y podría transformarse en una base “tecnológica”.
“Una cosa es la solicitud, otra el apoyo militar”, dijo el experto, quien afirmó que “Rusia debe considerar que tiene su base satelital en Managua con más de 300 personas laborando ahí”.
Señaló que de proporcionar Rusia armas a Nicaragua, Estados Unidos lo podría calificar como una acción hostil hacia Washington, y los rusos no estarían interesados en abrir un nuevo frente de conflicto con Estados Unidos.
“Rusia lo anuncia para decirle a Washington que hay movimientos en su patio”, afirmó Guevara Mena.
En 2016 Nicaragua compró a Rusia 50 tanques modelo T-72B1, aunque el jefe del Ejército Julio César Avilés dijo en ese momento que se trataba de una donación de Rusia “sin condiciones de ninguna naturaleza”, con lo que negaba informaciones de que el costo de los tanques adquiridos era por la suma de 80 millones de dólares.
Martínez aseguró que la ayuda de Rusia a Nicaragua también consiste en asistencia técnica militar y mantenimiento en cambio de piezas de los más de 1000 cohetes tierra aire, recambios de piezas de los tanques 55, y los helicópteros MI-21 y MI-24, así como las actualizaciones y mantenimientos de piezas para los radares aéreos, además de la adquisición de transportadores blindados.
“El COES [Comando de Operaciones Especiales] recibió de la Federación Rusa, el fusil de asalto AKS 74U”, asegura Martínez.
El AKS 74U es un fusil de asalto automático, la versión corta del AK-47. Fue creado para las tropas aerotransportadas y las unidades de operaciones especiales que operan en espacios urbanos cerrados.
Un arma que ningún ejército de Latinoamérica tiene. Es evidente que el Ejército de Nicaragua al mando del Sancionado Julio César Avilez tiene todo un Arsenal que pone en total desventaja a los ejércitos centroamericanos”, dijo Martínez.
El sitio web americasquarterely dijo que Rusia busca la expansión militar en América para consolidar los tratos comerciales y desarrollar vínculos militares e intergubernamentales más estrechos. Este esfuerzo también produce beneficios colaterales: Rusia ha asignado contratistas y asesores en los ministerios de defensa y cuarteles militares locales, quienes tienen la capacidad de influir en las decisiones relacionadas con las doctrinas, tácticas y compras.