La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) responde al informe del Ayuntamiento de Barcelona en el que se acusa a los agentes de haber cometido «agresiones sexuales».
“Vamos a emprender acciones legales contra todos aquellos que viertan tan graves acusaciones contra los guardias civiles y policías que el 1 de octubre se encontraban realizando su trabajo en Cataluña”. Así de contundente se ha manifestado José Cobo, portavoz de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), después de que el Ayuntamiento de Barcelona haya acusado a ambos cuerpos de emplear la “violencia con un marcado carácter sexista” durante la actuación policial para garantizar el cumplimiento de la ley y evitar la celebración del referéndum ilegal.
Pero el Gobierno de Ada Colau ha ido más allá. Basándose en un “informe preliminar”, desarrollado por lo que la alcaldesa y su equipo han bautizado como “oficina de atención a las víctimas de las agresiones policiales del 1-O” tras recoger el testimonio de los supuestos afectados, no han tenido reparos en asegurar que «los agentes se ensañaron con las mujeres con un uso de fuerza aún mayor que contra los hombres”.
“Es increíble”, repite Cobo mientras escucha las conclusiones del documento presentado este martes en el Congreso de los Diputados por el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens. “Con estas lamentables acusaciones no sólo nos perjudican a nosotros, también le hacen un flaco favor a las mujeres”, advierte, al tiempo que afirma: “Como sean como aquella que decía que le habían roto los dedos, vamos apañados”.
Desde AEGC recuerdan que la Guardia Civil y la Policía Nacional están “totalmente en contra de cualquier tipo de violencia” y que el 1-O se limitaron a hacer su trabajo. “Es indudable que este informe responde al ánimo totalmente revanchista de la izquierda separatista”, añaden.
Tal y como publicó La Gaceta, el Ayuntamiento de Barcelona afirma que se produjeron “al menos dos agresiones sexuales como tocamientos de pechos y otras partes del cuerpo con violencia” y que los agentes emplearon “expresiones vejatorias como puta o no me gustan tus pechos”. Eso sí, ni pruebas gráficas ni de ningún otro tipo. A continuación afirman sin tapujos que “relatos parecidos de al menos dos personas más han llegado a conocimiento del personal del Servicio, sin que por el momento se haya podido entrevistar directamente a las mujeres afectadas”.
“Es todo mentira”, asegura visiblemente molesto José Cobo, que se pregunta: “¿En qué cabeza cabe que los agentes se van a poner a realizar actos tan execrables?”.
El portavoz de AEGC se ha referido también a la denuncia que una mujer de 64 años ha presentado contra un agente de la Policía Nacional que, supuestamente, “la agredió sexualmente, la golpeó y la vejó” durante el dispositivo del 1-O en Barcelona.
“Esa persona tiene la misma credibilidad que la que dijo que la Policía le había roto cuatro dedos de una mano a pesar de que en las imágenes se veía claramente que la sujetaban por la otra… Y luego se demostró que mentía”, ha señalado.
Los agentes están convencidos de que “vierten estas acusaciones contra nosotros con el único ánimo de menoscabar nuestro honor y seguir estando en la cresta de la ola, sobre todo a efectos internacionales”. “A nivel nacional -continúan- se ha demostrado que todas las acusaciones contra las Fuerzas de Seguridad eran falsas, que la cifra de heridos de la Generalidad estaba inflada… ha quedado claro que su único objetivo es arremeter contra nosotros”.
A Carles Puigdemont, después de atacar a la Policía y a la Guardia Civil en la carta que envió el pasado lunes a Mariano Rajoy, le dicen que “clases de democracia, ninguna”. “Y menos él, que es el primero que no respeta las leyes”, advierten.
AEGC celebra la entrada en prisión de los presidentes de la ANC, Jordi Sànchez, y Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, porque “cualquiera que atente contra la autoridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado debe pagar por ello”. “Nos alegramos de que los jueces nos apoyen”, añade.
Para Cobo, “estos dos infelices se van a comer también las culpas de Trapero, Puigdemont y compañía”. “Está claro que alguien tiene que pagar por todo esto y olvidémonos de que que se atrevan a meter en prisión al presidente catalán, si no metieron en su día a Artur Mas…”, asegura.
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