«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Renovación?

Pedro Sánchez ha presentado un Gobierno lleno de rostros conocidos que choca con los intereses de Ciudadanos.

Hay algo indiscutible en los primeros días de Pedro Sánchez en Moncloa. El nuevo presidente del Gobierno está demostrando un control de los tiempos impecable y la elección de los últimos ministros convirtió las redes sociales en un hervidero de expectación y rumores. Una suerte de 31 de agosto en el mundo de la política que evidencia las intenciones últimas del socialista.

Sánchez ha construido un Ejecutivo a la altura de la realidad actual. Vivimos en el mundo de las redes sociales, donde la reflexión ha quedado en segundo plano, y los asesores del presidente parecen tener claro que el titular pesa más que el fondo. Tras valerse del apoyo de nacionalistas y filoetarras, en Ferraz han querido marcar distancias en Cataluña y el País Vasco con nombramientos que han suscitado los aplausos entre la opinión pública.

17 ministros, once mujeres y seis hombres, con una estrecha colaboradora del juez Garzón -fiscal inhabilitado por prevaricación- a la cabeza. Otro juez, esta vez la ‘estrella’ de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, al frente de Interior. No obstante, conviene recordar que Sánchez será presidente con sólo 84 diputados, una posición realmente complicada que contrasta con el peso de los nombramientos.

Pedro Sánchez presenta su Gobierno 'feminista y europeísta'

Leía ayer en las crónicas que Sánchez se había puesto el esmoquin para sacar al perro un sábado por la mañana. El nuevo Gobierno pende sobre la cuerda floja y cualquier pequeña ventisca acabará con él. Sin embargo, el socialista ha vencido en la batalla mediática a Podemos y Ciudadanos, sus dos principales rivales en unos hipotéticos comicios. Pablo Iglesias no ha logrado su ansiado sillón y Albert Rivera tendrá difícil reprochar las decisiones políticas en Cataluña tras el nombramiento de su estimado Josep Borrell para la cartera de Exteriores.

En la interminable lista de nombres presentada por Sánchez llama la atención la presencia de varios ministros con un pasado controvertido, lejos del espíritu de renovación que los medios progresistas tratan de vender. Los incontables casos de corrupción del PP no deben servir de capa para tapar el expolio de los ERE falsos en Andalucía o las ilegalidades del PSV durante la época de Zapatero. Ejemplos no nos faltan.

La fiscal Dolores Delgado, que ocupará la cartera de Justicia, estuvo en la cacería en el coto de “Cabeza Prieta” en Torres (Jaén) que costó la cartera de Justicia al exministro Mariano Fernández Bermejo. El festejo tuvo lugar en febrero de 2009, en plena “operación Gürtel” y días después de que Garzón ordenara la detención de diversos empresarios relacionados con el PP, partido de la oposición al Ejecutivo del que formaba parte Bermejo.

La ministra de Justicia, en la cacería de Bermejo y el prevaricador Garzón

La nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero Cuadrado, está denunciada -junto a otros altos cargos- por la Asociación Justicia por la Sanidad por presuntos delitos de “prevaricación continuada” en la realización de “nombramientos ilegales” en la Sanidad autonómica desde 2007.

La ministra de Hacienda de Sánchez, denunciada por prevaricación

Sánchez ha perpetrado una renovación más mediática que real, consciente de los tiempos que nos ha tocado vivir. En palabras del norteamericano Milton Friedman: «Uno de los más grandes errores es juzgar a los políticos y sus programas por sus intenciones, en vez de por sus resultados».

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter