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LA MAYORÍA DE LOS ESTADOUNIDENSES QUIERE límites más estrictos AL ABORTO

Casi uno de cada cinco votantes del Partido Demócrata legalizaría el aborto hasta el momento del nacimiento

Mujer embarazada. Europa Press

Semanas después de la filtración el borrador según el cual la Corte Suprema de Estados Unidos derogará la doctrina conocida como Roe vs. Wade, la sensación que transmiten la opinión pública y los medios de comunicación del país es la del tránsito por el ojo del huracán antes de que sea conocida la sentencia definitiva, a favor del aborto o no.

En concreto, el fallo esperado, el de la filtración reciente, será sobre el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization, que servirá al alto tribunal para anular Roe vs. Wade, el precedente de 1973 que dejó sin efecto las leyes estatales y legalizó el aborto en todo Estados Unidos.

En este ambiente, se ha hecho pública una encuesta realizada por The Trafalgar Group, según la cual la mayoría de los estadounidenses quieren límites más estrictos para que las mujeres aborten, a pesar de lo que pueda parecer a tenor de las protestas generalizadas proabortistas, incluso frente a los domicilios particulares de los jueces de la Corte Suprema.

«La izquierda está haciendo todo lo posible en un intento de crear la percepción de que la mayoría de los estadounidenses apoya el aborto sin restricciones», según Mark Meckler, presidente de la Convención de Acción de los Estados.

Esta entidad lidera buena parte de los esfuerzos para que los estados pidan un nuevo acuerdo constitucional que produciría enmiendas que, de ser aprobadas, restringirían los poderes del Gobierno federal. «Como muestran estos números, los votantes estadounidenses, incluido más de un tercio de los demócratas, han prestado atención a la ciencia del desarrollo fetal y apoyan una variedad de restricciones al aborto», concluyó.

Según la consulta, el 57,6 por ciento de los participantes que son votantes registrados habituales de los dos grandes partidos creen que el aborto sólo debería ser legal en circunstancias específicas. De ellos, un 24 dice que debería ser ilegal excepto en caso de violación, incesto o cuando el parto pusiera en peligro la vida de la madre; un 13,9 por ciento considera que debería ser ilegal excepto cuando el parto pusiera en peligro la vida de la madre; y un 19,7 cree que debería ser ilegalizado después de que se detecte un latido fetal.

La encuesta también encontró que un 30,8 opina que el aborto debería ser legal en el primer y segundo trimestre del embarazo, mientras que un 11,6 apoya su legalización hasta el momento del nacimiento, incluidos el llamado aborto por nacimiento parcial.

Los puntos de vista de los votantes independientes no son sustancialmente diferentes. Según el sondeo, el 54,6 por ciento cree que el aborto sólo debería ser legal en circunstancias específicas. De ellos, un 21,6 por ciento dice que debería ser ilegal excepto en caso de violación, incesto o por la vida de la madre; un 15,1 considera que debería ser ilegal excepto cuando el parto pondría en peligro la vida de la madre; y un 17,9 cree que debería ser ilegalizado después de que se detecte un latido fetal.

Además, un 33,8 por ciento de los votantes independientes opina que el aborto debe ser legal en el primer y segundo trimestre y un 11,5 apoya su legalización hasta el momento del nacimiento, incluido el aborto por nacimiento parcial.

Más de cuatro de cada cinco republicanos reclaman que solo sea legal en circunstancias específicas

Los datos arrojados por los participantes en la encuesta que se identificaron como votantes del Partido Republicano son muy diferentes de aquellos provenientes de la generalidad de los votantes registrados o independientes. De este grupo, el 81,5 considera que el aborto sólo debería ser legal en circunstancias específicas. En concreto, de esa fracción, un 35,7 dice que debería ser ilegal excepto en caso de violación, incesto o por la vida de la madre; un 23,1 considera que debería ser ilegal excepto cuando el parto pondría en peligro la vida de la madre; y un 22,7 cree que debería ser ilegal después de que se pueda detectar un latido fetal.

La consulta halló que un 14 por ciento de los votantes republicanos opina que el aborto debería ser legal en el primer y segundo trimestre y que el 4,5 de ellos lo legalizaría hasta el momento del nacimiento, incluido el aborto por nacimiento parcial.

Los votantes demócratas, partidarios del aborto

Casi opuesta es la postura general de los votantes identificados como demócratas, sensiblemente más partidarios del aborto. Según la consulta, un 35,9 por ciento cree que el aborto sólo debería ser legal en circunstancias específicas. De ellos, un 14,2 dice que debería ser ilegal excepto en caso de violación, incesto o por la vida de la madre; un 3,5 considera que debería ser ilegal excepto cuando el parto pondría en peligro la vida de la madre; y un 18,2 cree que debería ser ilegal después de que se pueda detectar un latido fetal.

En una proporción que duplica a la de los electores republicanos, un 45,3 de los votantes demócratas opina que el aborto debería ser legal en el primer y segundo trimestre, mientras que un 18,8, casi uno de cada cinco, lo legalizaría hasta el momento del nacimiento, incluido el aborto por nacimiento parcial.

Lejos de tomar en consideración esta encuesta de The Trafalgar Group o cualquiera de las elaboradas a lo largo de los últimos años en los Estados Unidos, la postura del Partido Demócrata, sus aliados mediáticos y empresariales consiste en promover no sólo la legalización, sino la práctica misma del aborto. Es precisamente el método llamado por nacimiento parcial su último caballo de batalla. En otras palabras, el sacrificio del bebé con una parte de su cuerpo ya fuera del vientre de su madre o, como defienden cada vez más representantes de la izquierda estadounidense, después de haber nacido.

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