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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Así ve La Gaceta el 1-O

Sant Julia de Ramis(Gerona). 01/10/2017,- El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a su llegada al colegio de Sant Julià de Ramis (Girona), donde inicialmente tenía previsto votar en el referéndum indepedentista, suspendido por el Tribunal Constitucional, hasta que agentes de la Guardia Civil han entrado para requisar las urnas y el material. EFE/Andreu Dalmau

Cómo y por qué los españoles hemos llegado hasta aquí. Las primeras impresiones del día del referéndum ilegal

[Actualizado el lunes 2 de octubre]
Un espacio para reflexionar sobre lo que ha ocurrido en Cataluña este 1 de octubre de 2017. Una jornada tristemente ya histórica de la que hay que informar pero sobre la que hay que pararse a analizar cómo y por qué los españoles hemos llegado hasta aquí. Las primeras impresiones tras el referéndum ilegal:
1. Ha habido referéndum: No tiene garantías jurídicas. No es legal y, por tanto, no tiene validez alguna, pero hemos visto en Cataluña a un presidente autonómico -todavía e inexplicablemente sin inhabilitar- que se ha hecho una foto votando. Hemos visto a miles de ciudadanos haciendo cola en colegios habilitados al efecto. Depositaban su voto en una urna y afirmaban haber votado por la libertad. Hemos visto imágenes de una misma persona votando varias veces. De menores introduciendo una papeleta en la urna y de urnas transportadas en bolsas opacas que caen y evidencian que ya estaban llenas de papeletas. Hay irregularidades… pero hay -ha habido- referéndum. Sólo propagandístico, pero referéndum, porque no será el rigor el que marque el análisis de esta jornada. Observen, si no, las primeras reacciones internacionales: el líder laborista Jeremy Corbyn ‘pidiendo que cese la violencia en Cataluña’.
2. España ha sufrido un golpe de Estado: el Gobierno autonómico catalán ha conseguido poner en jaque al Estado de Derecho. Ha desafiado a la legalidad; ha ignorado las resoluciones del Tribunal Constitucional y ha hecho un uso espurio del dinero público. Un grupo de políticos ha empleado las instituciones para anunciar su intento de romper España sin que nadie -hasta ahora- lo haya impedido. La labor policial -enviada desde Madrid con la orden de no aplicar la fuerza salvo en caso de ataque previo- no puede sustituir a la necesaria y exigible acción gubernamental. Y este martes, horas después del referéndum, seguimos igual. No se ha tomado medida contundente alguna con la que frenar la deriva suicida de un Gobierno autonómico que ha anunciado su intención de seguir adelante con la ruptura y cumplir, paso a paso, la ley de desconexión.
3. El Gobierno de la Nación no está a la altura: Denunciábamos ayer el inexplicable silencio de Moncloa que caracterizó las primeras horas del ‘Día de la infamia’. Pasadas las 20.00 el presidente Mariano Rajoy, cuya cuenta de Twitter permanecía desierta desde hacía horas- comparecía por fin ante la prensa. Sin preguntas y con una breve intervención, zanjaba una de las jornadas vividas en España más tensas desde el 23-F. Antes, su mano derecha, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, había comparecido para alcanzar cotas inimaginables de ceguera política. ‘No ha habido referéndum ni apariencia de tal’. … … … Repetimos. «No ha habido referéndum ni apariencia de tal», decía Soraya. A continuación, un vídeo que muestra las interminables colas de ciudadanos que esperan su turno para depositar su voto en una urna instalada en un colegio electoral. Es decir, algo con mucha, pero que mucha «apariencia de referéndum».


Pero la posterior intervención de Rajoy fue todavía peor. No sólo afirmó, como la vicepresidenta, que no había habido referéndum -horas después los golpistas anunciaban los primeros resultados (que, como era de prever, rozan el ridículo)- sino que no anunció ninguna medida contundente contra quienes habían desafiado a la legalidad y, a cambio, ofreció diálogo. Suponemos que a las mismas fuerzas políticas -porque no hay otras- que han llevado a España a esta terrible fractura social. A la espera de una reunión con Pedro Sánchez y otra con Albert Rivera, y al margen de posteriores decisiones, lo que podemos decir ahora, lunes por la mañana, sin miedo a equivocarnos, es que el Gobierno no ha estado a la altura de la terrible circunstancia del 1-O.
4. Los golpistas ganan la batalla de la propaganda: Pueden elegir qué foto prefieren ver. Si la de la Policía Nacional empleando -como es su deber y como se les ha ordenado- la contundencia necesaria para desalojar los colegios electorales o la de la cola en el colegio Fort Pienc (en Barcelona) con decenas de personas votando. Error garrafal de Moncloa. Si se va a permitir el voto en un colegio, es ineficaz y un regalo innecesario para los golpistas enviar a la Policía a cerrar otros colegios. O se cierran todos, al coste que sea, y se evita la foto de la votación, o no se cierra ninguno. Permitir votación en unos y cerrar otros no es sino un desgaste de la imagen policial y una derrota por capítulos. Más sobre propaganda: seguro que la han visto ya. La imagen de una anciana ensangrentada y presunta víctima de la represión policial. Se cayó por una escalera, pero ya es la imagen icónica de la brutalidad del Estado español contra el ‘sentimiento nacionalista’. Puigdemont 1 Rajoy 0.
5. Lo ocurrido este 1-O es peor que el 9N: El 9 de noviembre de 2014 Mariano Rajoy compareció ante la prensa para valorar una votación que él decía que no se había producido. Era complicado imaginar que la gestión de este segundo desafío separatista fuera aún peor que la de entonces. Cabía esperar que algo hubieran aprendido. Pues no. Las imágenes; el efecto mediático; el silencio desde Moncloa… Todo ha otorgado la victoria política al golpismo.
6. El Gobierno de España tiene que tomar el control de la Autonomía de Cataluña. Y tiene, sobre todo, que tomar el control de una Policía Autonómica que ha cometido un más que evidente delito de desobediencia. Las imágenes de los Mossos enfrentándose a la Policía Nacional y la Guardia Civil y el desprecio con que han acometido la orden de desalojar los colegios son pruebas más que suficientes para llevar su actuación ante la Justicia.
7. Con la mente fría, y pasado el 1-O, hay que llevar también a los tribunales a quienes han permitido que los datos de siete millones de españoles se hayan paseado por distintos países y en manos de distintos hackers para conseguir habilitar un voto informático. También a quienes se han saltado las resoluciones del Constitucional, quienes han incumplido la orden de no publicitar ni hacer propaganda del 1-O… en fin, depurar responsabilidades de una jornada más propia de la Venezuela de Maduro o la Cuba de los Castro que de un estado democrático como España.
8. La única esperanza reside en la sociedad civil. Este sábado cientos de miles de personas salieron a las calles de todas las ciudades españolas para defender la unidad de España y gritar su amor a Cataluña como parte integrante de toda una nación, España. El próximo sábado, el 7 de octubre, la Fundación DENAES para la Defensa de la Nación Española vuelve a convocar a la ciudadanía para seguir gritando alto y claro que España no se rompe. La unión de todos; la sociedad civil, es la única esperanza ante un Gobierno dormido.

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