Durante las décadas de la Guerra Fría, uno de los mejores puntos de la propaganda occidental eran los refugiados, es decir, la riada de ciudadanos de la URSS y de otros países de su órbita que huían de la atroz tiranía comunista. Es lo que se llama «votar con los pies», y como argumento es muy poderoso y difícil de rebatir.
Así lo ha entendido el gobernador republicano de Florida Ron DeSantis, que ante las próximas elecciones a la máxima magistratura del estado ha basado parte de su campaña electoral en el mismo reclamo. Solo que, en este caso, la insoportable tiranía es la del régimen «woke«, la agobiante corrección política; el ‘Bloque del Este’ viene a ser los estados gobernados por los demócratas, y el mundo libre, la patria de la libertad, es la Florida de DeSantis.
Así, un anuncio de su campaña utiliza los testimonios de habitantes de otros estados, especialmente de Nueva York, que se han instalado en el Estado Soleado «huyendo» del régimen izquierdista de su tierra natal, de los insoportables impuestos, las agobiantes restricciones y las absurdas regulaciones.
El anuncio se rodó en New Smyrna Beach con un mensaje en el que se anima a los espectadores a «votar y vivir en libertad«, mostrando de fondo la imagen del gobernador con sus habituales gafas de sol.
«Soy neoyorquina», declara una mujer durante la entrevista. «Y ahora estoy viviendo en Florida». Cuando se le pregunta qué puntuación daría a su tierra natal en términos de libertad general, otra ‘desertora’ de Nueva York responde: «Creo que estamos prácticamente en el último puesto».
Luego, el anuncio muestra imágenes de la diputada de Queens, la ‘podemita’ Alexandria Ocasio-Cortez, tomando un cóctel al aire libre durante sus vacaciones de diciembre en Miami.
A una mujer de Pensilvania, que se mudó a Florida, se le pregunta sobre la situación en su estado natal. «Le odio», responde, diciendo pestes del gobernador Tom Wolf y elogiando a DeSantis, posible candidato presidencial republicano en 2024, que ha suscitado tanto feroces lealtades como una firme oposición durante su tiempo como gobernador del estado de Florida.
Hay mucho de cierto en el mensaje algo burlón e irónico de esta campaña, ya que en estos últimos años difíciles y no especialmente favorables a la libertad en el «hogar de los libres», la Florida de DeSantis se ha alzado en lo más parecido a una rebelión contra las imposiciones de Washington que se ha visto en décadas.
Desde la lucha contra las restricciones por la pandemia a la cultura de la cancelación pasando por el adoctrinamiento en las escuelas o las cuotas, apenas ha habido política progresista emanada de Washington que no haya sido contestada y anulada por el gobernador.
